Mandatarios de Argentina, Brasil y Chile apoyan proyecto de Agua Negra

Agua Negra es mucho más que un paso cordillerano ubicado a unos 4.700 metros sobre el nivel del mar entre la trasandina provincia de San Juan y la Región de Coquimbo. Es el epicentro de un proyecto en el cual están incorporados tres países y que se vislumbra como uno de los ejes de desarrollo no sólo del Norte Chico en Chile, sino que también de la zona central de Argentina y del sur de Brasil.

De este tema ya se hablaba en la década de los 40 del siglo pasado y, lentamente, se fue ganando un espacio en la agenda de las naciones, pero en 2003 con la llegada del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, esta iniciativa de integración comenzó a tener un nuevo ritmo, ya que entró en una recta final, que se está materializando con la inminente construcción de un túnel cordillerano que permitirá el tránsito de vehículos desde la lejana ciudad de Porto Alegre, en el Atlántico, hasta el puerto de Coquimbo, en el Pacífico o viceversa.

Además de Gioja, en este lado de la cordillera han sido muchas las personas que han colaborado con el gran avance alcanzado por este proyecto multinacional, entre ellos se puede mencionar a los ex intendentes Felipe del Río y Ricardo Cifuentes, además del ex ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar. Hoy en la tribuna están otras autoridades, como el intendente Sergio Gahona y el propio Presidente Sebastián Piñera, quienes también ven a esta iniciativa de integración como un ingrediente estratégico para el desarrollo nacional.

La semana pasada en San Juan se realizó la XXXIX Cumbre del Mercosur, oportunidad donde los representantes políticos de turno tanto de Chile como de Argentina reafirmaron su compromiso de seguir trabajando para consolidar la integración y así impulsar actividades económicas que beneficien a ambos países. Pero también sirvió para que se incorporara un nuevo actor, se trata de Brasil, país que a través de sus empresas y autoridades, lideradas por su mandatario Luiz Inácio Lula, se manifestaron a favor de participar activa y velozmente en este megaproyecto.

Hasta antes de esta cumbre, el avance más importante se realizó el 30 de octubre del año pasado, cuando la ex mandataria Michelle Bachelet y su homóloga Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, firmaron un tratado de integración y cooperación, donde se incluyó un protocolo que le otorgó validez jurídica a la construcción del túnel Agua Negra una vez que fue ratificado por los congresos de ambos países. En este documento se creó un ente binacional que, entre otras cosas, se está preocupando de materializar la construcción de esta gran obra de infraestructura que atravesaría la cordillera con dos galerías de 14 kilómetros cada una. Para cumplir con este objetivo, esta entidad compuesta por 3 representantes chilenos e igual número de argentinos, tiene que preocuparse de la confección de las bases de licitación y de obtener los estudios y permisos necesarios, entre otros fines.

El Mercosur

Durante la cumbre del Mercosur se efectuó una reunión en la que participaron los mandatarios de Argentina, Brasil y Chile, más otros actores involucrados, ocasión en la cual el tema relevante fue Agua Negra, un aspecto no menor, ya que la sola construcción del anhelado túnel tiene un costo que se estima en unos 900 millones de dólares, una cifra abultada para cualquier país que quiera realizar esta obra en forma individual. Según el intendente Sergio Gahona, quien también participó en esta cita, en la sesión se invitó “al Presidente Lula a incorporarse a la entidad binacional y a este proyecto de Agua Negra”. Luego de terminado el encuentro, Gahona sostuvo que el líder brasileño mostró “su compromiso con el apoyo a este corredor bioceánico”.

Con la unión de estas tres naciones, ahora se da un paso trascendental, ya que a diferencia de años anteriores, ahora son sus máximos líderes políticos quienes dan sus opiniones en esta materia y se dan luces de cómo se pagará.

Cristina Fernández calificó a este proyecto de “mucho interés” regional. “Es obvio que la conectividad que tiene toda esta parte del mundo es buena para nosotros y así lo entendemos, hay mucho interés de los tres gobiernos en todo lo que sea infraestructura de conectividad como el paso Agua Negra”.

El Presidente Sebastián Piñera en esta cita mencionó que “hacer el corredor bioceánico desde Porto Alegre hasta Coquimbo, pasando por San Juan y por el paso Agua Negra” es una de las “tareas pendientes” en las cuales se comprometió a trabajar. Esta noticia fue aplaudida en Argentina y destacada ampliamente en los medios de comunicación de San Juan.

A su vez, Lula no sólo dio otra muestra de respaldo a la integración regional en el cono sur del continente, sino que también solicitó acelerar el tranco. Según consigna el Diario de Cuyo, de Argentina, el dignatario carioca preguntó durante este encuentro respecto a los meses que faltaban para terminar los estudios que permitan determinar el costo final del proyecto del túnel, al respondérsele que éstos tardarían entre 7 u 8 meses, sugirió que se apuraran, porque en ese tiempo ya habría finalizado su mandato, fue así que los trasandinos, a través de la Presidenta Cristina Fernández, se comprometieron a tener estos análisis en unos 90 días, cumplida esta etapa se podría estar llamando a la licitación internacional, donde uno de los principales oferentes para prestar el dinero es el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES), entidad que ya ha aportado dinero a esta iniciativa luego de que en marzo del año pasado aprobara un crédito de 20 millones de dólares para financiar los estudios de ingeniería respectivos.

Luego de sólo opinar cosas buenas por parte de los tres presidentes involucrados, el resto de los mandatarios del Mercosur, tanto en su calidad de miembros plenos como de asociados al organismo, como es el caso de Chile, dieron su aval a la construcción del túnel y a la consolidación del corredor bioceánico, ya que integraron a esta iniciativa en el documento final suscrito en la ocasión.

El apuro brasileño

Según se consigna en el Diario de Cuyo, el acuerdo alcanzado en el Mercosur tiene implícita la idea de convocar a las empresas interesadas a una pre-licitación del túnel antes del recambio de autoridades en Brasil, lo que ocurriría en enero. Es por ello que se interpreta que sería una ventaja para financiar la construcción del túnel, por parte del BNDES, si Lula está aún en el poder, ya que habría sido él quien dio su aprobación al anterior préstamo otorgado. Se teme que si el oficialismo de Brasil no gana las elecciones, la continuidad de las políticas de Lula podría verse afectada, como en este caso sería el apoyo al corredor por Agua Negra.

El presidente de la comisión de infraestructura del Consejo Regional, Pablo Muñoz, también fue uno de los representantes políticos locales que participaron en la cumbre del Mercosur realizada en San Juan. Sostiene que el interés que tiene Brasil en incorporarse a esta iniciativa responde en parte al sello que Lula le ha dado a su gestión. “Él ha construido su liderazgo en Sudamérica en base a temas muy específicos, uno de ellos es la integración y los corredores bioceánicos”, señaló.

Según Muñoz, con esta vía terrestre que atraviese el continente y una los océanos, el sur de Brasil se beneficia, porque por un lado se crea una salida más directa al Pacífico para sus productos y, por otro, se genera un movimiento comercial. “Es un desarrollo para todo un territorio”, expresó. Además, está el hecho de que el BNDES tiene interés para financiar esta obra, tal como lo ha hecho en el pasado.

Comprendido esto, es lógico que los brasileños después de que han prestado dinero o si es que lo siguen haciendo a través del BNDES, quieran resguardar sus intereses a través de una participación más activa en el proyecto y, por consiguiente, formando parte como observadores o asociados a la entidad binacional.

Fuente: El Día de La Serena