La ineficacia el sistema de Comercio de Emisiones de la UE en los servicios tramp

¿Qué es el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (Emissions Trading System, ETS)? ¿Cómo funciona? y ¿Cómo podría aplicarse al transporte marítimo? son algunas de las dudas que se tratan de responder en el último reporte de Alphabulk, consultora que estima que este no se puede aplicar, de manera significativa, al transporte marítimo. O, al menos, no al transporte marítimo tramp, es decir, a los segmentos de transporte de graneles sólidos y tanquero.

Antes de ir al ETS se debe tener en cuenta que el comercio de emisiones estructurado comenzó en 1997, cuando 180 países firmaron el Protocolo de Kioto que estableció el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el periodo 2008-2012 en un 5% en comparación con los niveles de 1990. Ese objetivo nunca se cumplió. Estados Unidos se retiró del en 2001 y otros países le siguieron después, como Canadá en 2011.

Como parte de su estrategia para cumplir el objetivo de reducción del 5%, el Protocolo de Kioto creó cuatro tipos de créditos de carbono, cada uno de los cuales representa una tonelada de CO2 o su equivalente.

Los 4 tipos de créditos de carbono eran:

-Unidades de cantidad asignada, emitidas por un país desarrollado Parte del Anexo I;

-Unidad de Remoción, emitida por una Parte del Anexo I sobre la base del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra uso de la tierra y la silvicultura;

-Una Unidad de Reducción de Emisiones, generada por un proyecto de aplicación conjunta en virtud del artículo 6 del Protocolo de Kioto.

-Una Reducción Certificada de Emisiones, generada por una actividad de proyecto del mecanismo de desarrollo limpio de desarrollo limpio con arreglo al artículo 12 del Protocolo de Kioto.

La transferencia y adquisición de estas unidades se rastrea y registra a través de los sistemas de registro del Protocolo de Kioto. Actualmente existen sistemas de comercio en la UE, Suiza, Australia, Nueva Zelanda y Kazajstán. Mientras tanto, hay sistemas locales de comercio de emisiones en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, el mayor mercado de comercio de emisiones del mundo es, con diferencia, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (establecido en 2005), por el que más de 12.000 centrales eléctricas, plantas de fabricación y, ahora, aerolíneas, comercian con créditos de carbono (derechos de emisión de la UE o EUA) para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones.

Todos estos sistemas de comercio siguen el principio denominado "Cap and Trade". Funcionan emitiendo créditos que cubren actividades hasta un determinado nivel de contaminación permitida - éste es el "tope" del "Cap and Trade". El nivel de este tope va disminuyendo con el tiempo, por lo que las emisiones disminuyen.

Una vez emitidos los créditos, sus propietarios pueden venderlos en el mercado si no los necesitan, es decir, si contaminan menos de lo previsto. Los compradores son las empresas que "contaminan" más que su tope. Ese es el "Comercio" del "Cap and Trade". Los ETS funciona en todos los países de la UE, más Noruega e Islandia, y cubre aproximadamente el 40% de todas las emisiones de GEI de la UE y forma parte de su objetivo de ser carbono neutral para 2050.

Sumideros de carbono

Pero ¿qué la neutralidad del carbono? La neutralidad del carbono sería un mundo que absorbe tanto carbono como que emite. En teoría, el carbono puede ser capturado en la atmósfera y luego hundido en sumideros como los yacimientos de petróleo o gas agotados. Sin embargo, hasta ahora ninguna tecnología de secuestro de carbono puede acercarse a capturar suficiente carbono como para tener un impacto.

Entonces queda la opción de los sumideros naturales de carbono: el suelo, los bosques y los océanos. Sin embargo, la capacidad de éstos no es suficiente ya que la concentración de carbono en la atmósfera sigue aumentando. De hecho, la única opción existente es disminuir drásticamente su emisión y, en última instancia, dejar de emitirlo.

ETS

El primer problema al analizar esta propuesta es que, desde su creación, las emisiones de carbono han seguido aumentando. Y como se ha mencionado, cuando se han observado descensos, se han debido a otras causas.

Ahora se está produciendo un drástico descenso de las emisiones debido a la pandemia de Covid-19.

En cuanto a Europa, se aprecia un descenso general de las emisiones entre 1990 y 2018 del 20,7%, lo que parece una buena noticia porque, naturalmente, en el mismo periodo el PIB ha aumentado. El descenso entre 1990 y 2005, año de la introducción del ETS, fue pequeño con un 5,4%, mientras que el descenso entre 2005 y 2018 ha sido del 16,2%, una prueba para los defensores del ETS de que el sistema está funcionando.

Sin embargo, la mayor parte del descenso desde 2005 se ha debido a la contracción del PIB en 2009. Mientras tanto, y quizás más importante, una gran parte de estas ganancias también han sido el resultado de la "deslocalización" de la contaminación a otros países como China, donde no existen restricciones similares. De hecho, mientras que las emisiones de CO2 de la UE han disminuido un 20,7% desde 1990, las emisiones mundiales de CO2 han aumentado masivamente durante el mismo periodo ¡un 60,4%! Así, las emisiones mundiales han pasado de 22.700 millones de toneladas en 1990 a 36.420 millones en 2018.

Pero hay otros defectos, como el enorme excedente de derechos de emisión: en su punto álgido, en 2013, había un excedente de 2.100 millones de derechos. Ahora ha disminuido, pero sigue siendo de unos 900 millones. La UE emitió unos 3.200 millones de toneladas de CO2 en 2019: ¿quién quiere comerciar en un mercado con un exceso de oferta que representa casi un tercio del tamaño del mercado global? Además, ¡tenga en cuenta que el ETS no cubre el 100% de las emisiones de CO2!

Inviabilidad para el transporte marítimo

DE este modo, Alphabulk plantea que podría decirse que el ETS no funciona, pese a ello se aplicará al transporte marítimo. ¿Pero cómo puede aplicarse a un bien que cruza fronteras? En el caso del sector aéreo, el plan original era que el ETS cubriera todos los vuelos con origen y destino en la UE. Sin embargo, finalmente sólo se ha aplicado a los vuelos intraeuropeos. ¿Será lo mismo para el transporte marítimo?

Las líneas aéreas tienen un modelo de negocio relativamente "sencillo": un pequeño número de compañías publican los horarios de sus vuelos con antelación. Por lo tanto, es fácil hacer un presupuesto de CO2 y negociar la cantidad de derechos que debe asignar la UE.

En comparación, el transporte marítimo tramp, ya sea de graneles sólidos, tanquero o gasero, está compuesto por un enorme número de compañías, ninguna de las cuales sabe de antemano en qué puerto va a recalar con tres meses de antelación. Por lo tanto, es casi imposible crear un presupuesto de CO2.

La UE ha estado recogiendo propuestas sobre cómo podría y debería funcionar el sistema para el transporte marítimo hasta hace unos días, y tiene previsto publicar sus propuestas sobre la aplicación de ETS al transporte marítimo en junio.

Por MundoMarítimo