"Logramos un gran avance, pero si no se completa vamos a volver al principio"

Tras extensas rondas de negociaciones y la presentación de diversos antecedentes que reforzaban la visión de los gremios porteños se logró al menos levantar un par de medidas relacionadas con el sector aduanero. Sin embargo aún quedan otras pendientes que deben ser abordadas con prontitud para llegar a una definición absoluta en el tema so riesgo de volver a foja cero.

Cabos sueltos

Pese a estos cabos sueltos y a la vista de lo acontecido recientemente en otras zonas del país como Aysén y Calama, el ejecutivo destaca que en Valparaíso se demostró que conversando se puede llegar a buen puerto dando pasos concretos de la llamada descentralización. "Este es un paso cierto en esa línea y se le está dando a las regiones la facultad de manejarse y de tomar decisiones. Si bien este es un índice pequeño, tiene mucha significación y eso es lo que la región más debe valorar".

En lo concreto el panorama era desolador cuando se vieron enfrentados a este problema.El costo que tenía para Valparaíso era muy grande pues lo que hay detrás de todo esto es una monopolización del comercio exterior a través de los grandes consorcios del transporte internacional. Ellos estaban pidiendo ser facultados para actuar como agentes de aduana.

¿Pero siempre el argumento de la AIC fue dar mayor fluidez al comercio exterior?
Se pretendía bajo el concepto de "facilidades" de que si el comercio exterior era manejado sola y exclusivamente por los grandes consorcios del transporte internacional iba a tener una mayor fluidez y un menor costo, por lo tanto los agentes de aduana éramos un escollo para este tema.

Sólo teoría

Y se demostró que no era así.
Esto iba a suponer que las mercancías que llegaran a los puertos iban a trasladarse directamente a grandes sitios en la capital lo que iba a significar que habría más fluidez en las carreteras o menores costos, todo lo cual está desvirtuado por la realidad. Era algo no bien pensado y hecho por gente que no sabía realmente la realidad concreta que existe en el trabajo del comercio exterior cuando se ejecuta. Una cosa es la teoría y otra la práctica.

¿No había fluidez entonces?
La labor del extra portuario es clave y más aún cuando comiencen a llegar con más asiduidad los post panamax que pueden traer hasta 12 mil contenedores. Imagínese un camión por contenedor y enviar a la carretera esa cantidad de contenedores o aunque fueran tres mil, ¿qué va a pasar en la carretera? Habría que construir al menos tres más para tener fluidez.

¿Cuál fue el momento clave para comenzar a solucionar el conflicto?
El ministro Larroulet vino a conversar con nosotros en un momento muy crítico donde estábamos dispuestos a hacer un movimiento fuerte y paralizar todos los puertos del país y lo digo sin ninguna prepotencia. Es que nuestros puertos iban a pasar a ser muelles de descarga generando un problema social con un desempleo tremendo entre empleados de agencias de aduana, marítimos, transportistas y los extra portuarios que han hecho unas inversiones tremendas en Placilla. Pero lo más importante fueron nuestros argumentos.

¿Eran irrefutables?
Mire, esta posición fue acompañada por antecedentes donde no hubo ninguna otra opción que decir "miren ustedes cumplen una función indispensable". Quienes íbamos a ser afectados por este centralismo demostramos que acá no hay mayores costos sino que al contrario hay eficiencia y emprendimiento.

Pero fue una discusión difícil.
Fue difícil, complejo e implicó una discusión de alto nivel porque las fuerzas eran muy dispares porque la gente que quiere acceder a esto tiene mucho poder e influencia. Además era difícil convencer a las autoridades de algo que resultaba tan lógico y sonaba bien, pero hay que decir que eran una pura teoría.

Y para ser un conflicto de tanta trascendencia, prácticamente no hubo "daños colaterales".
Dimos prueba de que un conflicto, pese a ser muy serio y complejo se puede solucionar conversando. Peleamos por una causa muy justa y lo hicimos conversando, lo que se destaca en un momento en que han existido muchos conflictos con marchas, nosotros hicimos una pero de caballeros.

Pero acá aún hay puntos pendientes, ¿qué va a pasar?
Nos preocupan, y sobre todo el tema de los almacenes extra portuarios porque si se habilitan fuera de las jurisdicciones de las aduana, en el fondo se va a cumplir lo que tememos. Ese tema aún no está resuelto a mi modo de ver por la presión de las multinacionales. Y amarrado a eso viene el sistema multimodal que es la concentración de la línea de todo el comercio exterior en una sola mano. Falta el segundo tiempo.

¿Será difícil de jugar ese segundo tiempo?
Hemos logrado un gran avance pero si no se completa con un decidido apoyo a las organizaciones de extra portuarios vamos a volver al principio y por eso estamos atentos. Ese tema ya no tiene un efecto directo en nosotros porque podemos despachar en cualquier lugar donde lleguen las mercancías pero tiene un efecto tremendo en las ciudades puerto y nosotros somos parte de ellas.

O sea, aún queda bastante por resolver
Esto es un conjunto de cosas y en la Coordinadora lo hemos visto así y no vamos a estar tranquilos hasta que se solucionen todos los puntos y no es una cosa de porfía sino que de lógica. Por ejemplo, yo conversaba con José Egido días atrás y me comentaba que hay varias subsidiarias de compañías navieras que ya están ofreciendo los servicios completos de punta a punta y cuando llegan las mercancías a Valparaíso lo llevan o en camiones propios o licitan. Esto le está quitando clientes a los transportistas regionales de una manera tremenda, esto ya se lo dije al ministerio de economía.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso