Cámara Marítima y Portuaria de Chile señaló observaciones a la Reforma Laboral

La Cámara Marítima y Portuaria, representada por su presidente Jorge Marshall expuso el 13 de julio, ante la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado sus observaciones al proyecto de Reforma al Sistema de Relaciones Laborales actualmente en discusión en el Congreso.

La Cámara ha señalado compartir los objetivos a que aspira el Gobierno, reflejados en el mensaje de la iniciativa, como son promover relaciones laborales en que predomine el diálogo y el acuerdo, combinando criterios de equidad y productividad. Junto con encausar las tensiones y conflictos a través de los conductos institucionales, privilegiando los acuerdos de mutuo beneficio.

Sin embargo, en la ocasión se transmitió a los Senadores “la preocupación que la reforma no se hace cargo, adecuadamente, de temas altamente sensibles para las relaciones laborales del sector y que son primordiales para el logro de tales propósitos. Falencia que se profundiza por lo fundamental de la actividad portuaria en la economía chilena, donde el 90% de las exportaciones e importaciones fluyen a través de los puertos”.

En este sentido, la Cámara señala como el aspecto más crítico, “el insuficiente avance en la institucionalización de las ‘tensiones y conflictos’ del ámbito laboral portuario, que sumado a varias disposiciones de la reforma puede tener consecuencias para el sector que se apartan de los propósitos planteados”.

La Cámara destaca que, actualmente, el sector portuario tiene una tasa de sindicalización cercana al 90%. A su vez,  el ingreso de los trabajadores portuarios es más de un 50% superior al de técnicos afines de otras actividades económicas y más de un 100% superior al ingreso que reciben trabajadores sin calificación.

Sin embargo al parecer del gremio, “últimamente las relaciones laborales han sido conflictivas, donde la mayoría de las paralizaciones surgen fuera de la institucionalidad que regula las negociaciones laborales”.

A continuación se resumen los aspectos que de acuerdo a la perspectiva del sector marítimo-portuario, no han sido adecuadamente recogidos en el proyecto de ley:

1. Fortalecimiento de mecanismos para resolución de conflictos: Es indispensable que el proyecto se haga cargo de las paralizaciones ilegales que han afectado al sector portuario en los últimos años. Los costos de una paralización ilegal en los puertos recaen, principalmente, sobre los productores, exportadores y los consumidores finales. 
   
   Las estimaciones de estos costos para una paralización de 10 días alcanzan a US$150 millones y en el caso de 20 días a US$500 millones.
   
   Por lo tanto, plantea el gremio “es primordial que la reforma procure un marco institucional con un razonable equilibrio entre los derechos de los trabajadores y los mecanismos de solución de conflictos, especialmente los generados al margen del proceso de negociación colectiva”.
   
2. Modernización de la Dirección del Trabajo y el sector portuario: Las nuevas facultades entregadas a la Dirección del Trabajo son excesivas y pueden originar escenarios que, en la práctica, se aproximen a una negociación por rama. Ya que podría establecer criterios comunes a todo el sector, que en un mercado de servicios no transables como el portuario, es incoherente con un modelo competitivo e integrado a los mercados internacionales.
   
3. Titularidad en el sector portuario: El sector portuario tiene sindicatos consolidados y con una alta afiliación. Así los beneficios de esta disposición serían menores, mientras sus costos significativos, ya que la titularidad atenta contra la flexibilidad de los empleadores y trabajadores para definir condiciones de trabajo, en especial a los trabajadores en situaciones especiales.
   
4. Precisión de los alcances de la negociación colectiva de los trabajadores eventuales: El proyecto regula un procedimiento especial de negociación colectiva para las organizaciones que afilien a trabajadores eventuales. Esa nueva modalidad de negociación coexistirá con otro proceso que ya existe, que es el de negociación de los “Convenios de Provisión de Puestos de Trabajo” (CPPT).
   
   Sin embargo, la nueva propuesta debe tener un mecanismo que impida que los beneficios acordados y las condiciones del convenio colectivo se extiendan a trabajadores eventuales que ingresen al sindicato con posterioridad a la negociación, ya que ello otorga un poder sin contrapesos a la titularidad sindical.
   
5. Regulación de la Huelga: La importancia del comercio exterior en la economía chilena la hace más sensible que otras economías a las paralizaciones portuarias, por lo que la Cámara propone:
   
   a) Considerar a los puertos, o al menos a los más relevantes de cada macrozona portuaria, entre las empresas estratégicas que no pueden paralizar quedando sujetas a un arbitraje obligatorio.
   b) Establecer mediante una comisión del Gobierno los períodos del año en que cada puerto pueda negociar evitando que puertos relevantes de una misma macrozona lo hagan simultáneamente.
   c) La opción que el empleador pueda definir previamente uno o más períodos, que en conjunto no excedan de 60 días, dónde no podrán presentarse proyectos de contrato colectivo. Por la estacionalidad de muchos productos de exportación como ocurre con la “temporada de la fruta”.
   
6. Pactos sobre condiciones especiales de trabajo: Permitir acceder a bolsas de pactos de horas extraordinarias y pactos de jornadas excepcionales bajo los límites que hoy fija la ley, y la exigencia de un quórum mínimo de sindicalización, no contribuirán a un mayor uso de esta medida.
   
   Para ser equilibrado se debiera reducir la exigencia de quórum mínimo de sindicalización para que más empresas y trabajadores puedan pactar la adaptabilidad.