COMPAS destaca despliegue de US$24 millones en inversiones en su red de puertos multipropósito en Colombia

COMPAS, única red de puertos multipropósito de Colombia, cuenta con terminales portuarios en la Costa Atlántica: Tolú, Barranquilla, Cartagena y Buenavista, además de dos terminales en la Costa Pacífico en el puerto de Buenaventura: Aguadulce y Cascajal y también cuenta con una operación internacional en el puerto de Houston, Texas en Estados Unidos; serie de recintos que, de acuerdo con Andrés Osorio, presidente y CEO de COMPAS, "otorga una alta flexibilidad en el manejo de la carga".

En conversación con MundoMarítimo, el ejecutivo detalló el programa de inversiones cercano a los US$24 millones destinados "fortalecer toda nuestra red portuaria, lo que nos va a permitir incrementar el volumen que estamos movilizando", lo que indica resulta bastante destacable dado el duro impacto de la pandemia de Covid-19. "El sector portuario en general en el año 2020, cayó un 15%; en COMPAS no fuimos una excepción y caímos cerca del 14% frente al movimiento de carga de 2019", puntualiza.

Precisa que el objetivo de las inversiones no solo radica en la competitividad, puesto que también apuntan a "aportar al sector portuario y logístico en Colombia con una mejor infraestructura, de más alto nivel". Así, en el desglose destaca los US$7 millones destinados para COMPAS Tolú, recinto especialmente valorado, dada su ubicación geográfica: "Somos únicos en esa zona portuaria de Morrosquillo, que es la más cercana a la frontera con Panamá, una región donde estamos muy cerca al centro del país, de Antioquia, Medellín, Cundinamarca, Boyacá, Bogotá y de Los Santanderes que son los mayores centros productivos de Colombia".

Esta cercanía, explica, les permite generar reducciones de costos logísticos muy importantes para los importadores y los exportadores. "En Colombia, por la geografía que tenemos, el costo logístico y la parte del transporte terrestre es bastante importante. Si logramos generar ahorros de 1, 2 o hasta US$10 por tonelada eso es algo muy relevante para cualquier importador o cualquier exportador", señala.

Precisa que los recursos se están invirtiendo en nuevos silos para el almacenamiento de granos alimenticios que les permitirán alcanzar una capacidad cercana a las 70.000 toneladas a fines de año, "lo que nos va a permitir manejar volúmenes superiores al millón de toneladas en un año y esperamos que esto ya se comience a materializar en el año 2022". Proyección que también se sustenta en la inversión ejecutada en 2020 de US$40 millones, la que permitió ampliar el muelle otorgándole la capacidad para atender hasta tres buques simultáneamente dependiendo de sus tamaños y permitiendo el manejo mecanizado de la importación de granos alimenticios y la exportación de carbón. 

En Barraquilla, terminal situada sobre el río Magdalena, la inversión llega a los US$6 millones, lo que permitió la instalación de tres bodegas de almacenamiento de graneles comestibles. "Actualmente estamos trabajando en la mecanización para una maximización de su capacidad. Eso esperamos terminarlo en noviembre de este año y debería permitirnos, arrancando 2022, manejar como mínimo unas 600. 000 toneladas de granos", detalla Osorio.

En tanto, en Buenaventura, más precisamente en el terminal de COMPAS Cascajal, ya se solicitó a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) la extensión de la concesión del recinto- que culmina a fines de 2021- por 20 años más, a lo que la compañía tiene derecho. "Cumplimos con todos los procedimientos y lo que estamos haciendo es anunciar una inversión un poco mayor a los US$10 millones en la expansión de la capacidad de almacenamiento de granos comestibles y obviamente una actualización general de toda nuestra infraestructura en un terminal que ya llevamos operando por 20 años", afirma.

Dragado Barranquilla

El ejecutivo también se refirió a los problemas de calado que afectan las operaciones en la zona portuaria de Barranquilla. Puntualmente, el terminal de COMPAS en la zona se encuentra ubicado en el kilómetro 10, desde la entrada del Río, denominada "Bocas de Ceniza", donde se encuentra el Canal de Acceso del río Magdalena, el cual, dado los procesos naturales de sedimentación de la vía fluvial, impide el ingreso a los buques que tengan mayor calado.

"Tenemos un acceso que debería estar cercano a los 10, 5 metros de calado y ha llegado a estar en 6,7 metros, lo que nos lleva a que, de manejar buques de 35.000 toneladas, pasemos a menos de 15.000 toneladas", sostiene Osorio, quien, sin embargo, indica que el gobierno de Colombia contempla la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, a través de una Asociación Publico Privada (APP), la que se adjudicaría a principio del próximo año.

No obstante, señaló que el requerimiento de dragado también es "inmediata" y por ello "estamos buscando de la mano del gobierno soluciones como, por ejemplo, tener una draga que no sea temporal, sino que pueda ser permanente, hasta el momento en que se entregue la nueva APP". En todo caso, destacó que la red portuaria de COMPAS les permite "ofrecer versatilidad a los clientes".

Hacia la recuperación

Según Andrés Osorio, en Colombia se comienza a apreciar una recuperación de la economía. "En   los segmentos que trabajamos vemos un crecimiento interesante, el sector de alimentación se ha recuperado, los hogares colombianos están logrando tener un mayor consumo. También en la importación de acero vemos un incremento grandísimo y esto dado por un crecimiento de la construcción, de proyectos de vivienda y de gran parte de exportaciones de carbón de coque", afirma.

"En este primer semestre y en lo que va corrido del año, los resultados han sido bastante positivos, con un crecimiento cercano al 12% comparando con el primer semestre del año 2019 y esto es más relevante aún porque si bien, 2019 tuvo una afectación por la pandemia, tal vez, en los dos últimos meses del semestre, venía siendo un año bastante positivo", destaca el ejecutivo.

Por lo anterior COMPAS espera cerrar el año con volúmenes movilizados en sus puertos superiores a las 7.500.000 toneladas. "Esto es un incremento bastante importante, prácticamente del 20%, respecto a 2020 y un crecimiento cercano al 15% respecto al movimiento de volumen de 2019, que es un año un poco más comparable", comenta Osorio, quien finalmente plantea que la meta en los próximos años es llegar a las 12 millones de toneladas, lo que esperan lograr de la mano de estrategias sostenibles, cuidadosas del medio ambiente y de las comunidades que rodean a los terminales portuarios.

Por MundoMarítimo