Si  bien en la actualidad el principal puerto del estado de Río Grande do Sul es el gigante de Río Grande, la importancia estratégica y política de la capital Porto Alegre la convierte en un imán para los gobiernos extranjeros que buscan expandir sus oportunidades comerciales y de integración.

Mientras hoy la Región de Coquimbo centra sus principales esfuerzos en la materialización del túnel Agua Negra junto a la provincia argentina de San Juan, comienza a gestarse el próximo paso natural: proyectar un corredor que una la región con sus símiles al otro extremo del continente por el paralelo 30, abriendo un abanico de posibilidades que hasta el momento pocos sospechan.

Es el momento en que Porto Alegre y en general la región sur de Brasil comienzan a convertirse en atractivas ventanas al mundo, la posibilidad de establecer un tráfico comercial desde el Pacífico al Atlántico y viceversa. Y es sólo el comienzo.

Más que una ruta, una verdadera red.

Alcanzar el sur brasileño resulta mucho más atractivo de lo que podría parecer al comienzo. Atractivo al tiempo que complejo, porque la unión de ambos extremos lleva consigo una coyuntura única de incorporar nexos con el territorio intermedio, en este caso la zona centro norte de Argentina.

Es por esto que una delegación liderada por el consejo regional, junto a secretarios regionales ministeriales y el gerente general de la Empresa Portuaria de Coquimbo, Miguel Zuvic, concretaron una idea que rondaba en las discusiones desde hacía tiempo: poder realizar una misión de reconocimiento por los principales puertos del paralelo 30. ¿El objetivo? Comparar y aprender del modelo de infraestructura y administración portuaria, utilizando modelos tan exitosos como el de Río Grande, al tiempo de establecer vínculos políticos con las autoridades de los diferentes territorios.

“Este es un paso que se debía realizar, se habían sostenido conversaciones con San Juan por el túnel, pero no se había dado el paso más allá”, comenta el presidente de la comisión de infraestructura del core, Pablo Muñoz.

Agrega que “es muy sencillo para la gente imaginarse el corredor bioceánico como un camino, pero lo cierto es que no es tan así. El concepto más bien hace referencia a una conjunción de territorios, además de sus gobiernos y las voluntades (…) debemos pensar en una idea más integral, un gran territorio o una gran red”.

Y dentro de esta red, un papel fundamental corresponde al puerto de Río Grande, segundo más importante en Brasil y gran candidato a convertirse en el principal puerto del MERCOSUR.

De Coquimbo hasta el Atlántico

Ubicada en el Estado de Rio Grande do Sul, Rio Grande fue la primera ciudad gaúcha fundada por los portugueses. Entre sus atractivos destaca la playa de Cassino, de mar abierto y 245 kms. de arenas blancas y desiertas, donde focas y leones marinos pasan el invierno. Basa su riqueza en la Agricultura, principalmente soja, trigo, arroz y maíz.

La pujante ciudad  proyecta su inmenso puerto como uno de los principales de Latinoamérica. Y sus atributos no dejan de llamar la atención: un movimiento anual de 30 millones de toneladas, y dos terminales especializados, uno granelero – a cargo de la Cooperativa Central Gaúcha Ltda (CCGL)- y uno de contenedores – cuya concesión tiene desde 1997 TECON-, agregando un tercero dedicado a la industria automotriz.

Es en este lugar donde se dan los primeros frutos de la misión de la delegación que representa a la región, cuando el gerente de la Empresa Portuaria Coquimbo, Miguel Zuvic suscribe un convenio de cooperación técnica con su contraparte, un paso  clave si se considera que sitúa a la región de Coquimbo en el mapa de los brasileños y se les presenta como una oportunidad de abrirse paso a través del Pacífico.

“No tenemos entidades portuarias en ese lado, el puerto de Coquimbo podría ser el primero para nosotros, lo cual es muy relevante”, dijo Jayme Ramis Director Superintendente del Puerto de Río Grande.

Mientras, Zuvic dimensiona el logro como “extraordinario”, considerando la envergadura de su nuevo ‘aliado’. “Esto puede transferirnos mucho conocimiento, sobre todo por los desafíos que vienen en el puerto de Coquimbo en los próximos años producto de su licitación”, comenta.

Los nuevos desafíos

Las provincias de Santa Fe y Entre Ríos en Argentina son casi un territorio desconocido para la región de Coquimbo. Sin embargo, su importancia estratégica es vital si se pretende establecer integración efectiva a través de tierra y sus puertos fluviales, particularmente a través del Río Paraná. De ahí el interés del Gobierno Regional en extender los lazos y clavar la bandera de la región.

Precisamente, es en Rosario (provincia de Santa Fe) donde se ubica uno de los puertos más importantes, alternativa para la congestionada Buenos Aires. La carga alcanza los 60 millones de toneladas al año, exportando un 78% de la producción nacional de granos y sus derivados.

Ocupa además una posición estratégica privilegiada en el sistema multimodal de transporte de Argentina y el cono sur. Hacia el océano Atlántico se ubica frente a la Vía Navegable Troncal Santa Fe y la Hidrovía Paraguay-Paraná, vinculándose además por medio de expeditas conexiones terrestres que ofrece una alta potencialidad para absorber los tráficos de comercio del país y del MERCOSUR.

Además de 20 terminales privadas, en la porción administrada por ENAPRO (Ente Administrador Puerto Rosario), coexisten dos terminales multipropósito, terminal granelero, estación fluvial, zona de reserva y puerto de negocios.

“Nuestro puerto tenía una dificultad de inversiones, modernización y también de infraestructura, pero estamos por anunciar una obra que ampliará la capacidad del puerto, mucha más capacidad operativa en hectáreas y muelle. Hemos logrado un entendimiento público privado interesante, porque son los concesionarios quienes, junto a la nación y la provincia, llevan a cabo este emprendimiento”, explica Angel Elías, presidente de ENAPRO.

Pero a pesar de lo intimidante que podría sonar, justamente este potencial es perseguido por la Región de Coquimbo. “Nosotros tenemos que ver siempre desde la perspectiva del complemento, más que de la competencia. Si hablamos de integración con estas ciudades no debemos hacerlo de manera temerosa, todo lo contrario”, señala Muñoz.

El cónsul chileno en Rosario, Juan Pablo Crisóstomo, reconoce que hasta el momento “para Chile este es un territorio casi inexplorado, pero tiene una enorme potencialidad, en especial porque el tema de la integración para ellos es muy importante. Que se dé este primer paso es algo tremendamente significativo”.

El core Alfredo Villagrán, presidente de la comisión internacional, concluye que la integración “es una cosa posible, una cosa real. Nos hemos dado cuenta que efectivamente existe un ánimo de poder integrarse con otras regiones de nuestro continente, en especial Chile y eso nosotros lo debemos fortificar, pulir, alimentar.”

Y a eso apunta una serie de acciones. La más próxima es la celebración del V Foro Bioceánico Central Paralelo 30 en la ciudad de La Serena en abril del próximo año, en donde participarían cada uno de los principales actores inmersos en este proceso, tanto del sector público como el privado.

Sin embargo es claro en que las reglas del juego deben cambiar rápidamente. “Nuestra región debe consolidar su puerto, esa es la primera gran conclusión. Creo estamos desechando una tremenda oportunidad de poder desarrollar nuestra región en base a la carga que está disponible, que por razones económicas sale por otros puertos y desperdiciamos esa oportunidad  de crecer, de aumentar la capacidad del puerto y generar más trabajo, que en definitiva es lo que nos interesa”, indica Villagrán.

Coincidente con este análisis, Pablo Muñoz comenta que las principales materias que hoy están en discusión en infraestructura son el túnel de Agua Negra y además el puerto de Coquimbo, debido a la expectación por su próxima licitación. “Eso lo hemos detectado a través del tiempo, cada vez que se habla del túnel, la primera pregunta que viene después de eso es y ¿hay puerto para sustentar lo que pase cuando haya túnel? Esa es la primera pregunta instintiva que se hacen todos los personeros, tanto en Argentina, Brasil y Chile”.

Aún así, las cartas comienzan a ponerse sobre la mesa. Las expectativas cambian y se hacen mayores. De seguir en buen pie, hablar acerca de la integración en el cono sur pronto podría dejar de convertirse en un anhelo y pasar a convertirse en una realidad palpable. Al menos el trabajo ya comenzó.

Convenio de Cooperación Técnica entre el puerto de Coquimbo y Puerto de Río Grande

Se trata de uno de las acciones más importantes de esta misión. Los contenidos del convenio apuntan a capacitación, manejo de estándares, transferencia de experiencia e información técnica, quedando abierto para agregar nuevas materias en la medida que se requiera.

Los representantes portuarios fijaron un plazo de 120 días para tener definido y consensuado el documento. Este sería firmado y ratificado por las autoridades pertinentes en el V Foro Bioceánico Central Paralelo 30.

Fuente: El Día de La Serena